Las primeras experiencias en investigaciòn intercultural: Mapudungu ¿Bilinguismo en la regiòn de Los Lagos?

Luego de reconocidos los derechos de los pueblos indígenas en la ley 19.253 en al año 1993, tuve la oportunidad de participar como ayudante de investigación en un proyecto con una universidad, uno de cuyos objetivos era el diagnóstico del porcentaje de hablantes de mapudungu existentes en zonas con alta densidad mapuche-huilliche. Me refiero a Lago Ranco y los alrededores de Panguipulli.


La metodología escogida por los investigadores principales era una encuesta, a través de la cual se esperaba obtener una cifra aproximada del número de hablantes nativos. Las encuestas las realizaban algunas estudiantes de antropología. Finalmente se obtuvieron unos resultados bastante bajos de hablantes nativos, asunto que bajó un tanto los ánimos de los investigadores, la conclusión fue entonces la urgente necesidad de implementar la enseñanza del mapudungu pero ¿quiénes podían hacerlo si pocos lo hablaban? La preparación de profesores hablantes nativos se convirtió entonces en una tarea prioritaria.

Como ayudante de investigación, en aquellos años, me limité a hacer algunas entrevistas mientras pensaba que la mejor manera de saber cuantos hablantes nativos existían era estar en una casa huilliche por lo menos algunas horas conversando y pidiendo te contaran algo en su idioma. ¿Más simple o más complicado? tal vez más simple, recordaba otra experiencia en terreno en Los Altos del Bio-Bio, si preguntabas directamente, nadie hablaba mapudungu, sólo los "antiguos" pero ¿qué antiguos? no eran fáciles de pesquisar, no obstante, estuve unas pocas horas en la ruka de un matrimonio joven mientras la mujer me mostraba su telar y cómo tejía en él, y conversando, conversando acerca de la vida de la comunidad, de las guerras de los antiguos, le pregunté al marido de la tejedora que me contara una historia en su idioma y me habló durante unos quince minutos, sin parar, de una guerra acontecida ahí hacía algunos años. En lo que creo era, un perfecto mapudungu y no tenía más de treinta años.

Resumiendo, es altamente probable, de nuevo, que un método distinto de investigación, diera pistas más certeras acerca de qué hacer para implementar la educación intercultural, centrada entonces, en el bilingüismo sólo de los grupos originarios, probablemente se hubiese decidido ya entonces lo que se hace hoy: invitar a gente de la comunidad a trabajar en las escuelas como "educadores tradicionales".




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